jueves, 6 de febrero de 2014

Los ábregos y Grazalema

Ayer se produjo una clara situación de ábregos, con abundante nubosidad de tipo bajo y lloviznas en buena parte de la provincia (Figura 1). En Grazalema, este episodio supuso un acumulado final superior a 100 mm de lluvia en 24 horas. ¿Pero qué son los ábregos o "llovedores"? Lorenzo García de Pedraza  (1978) los definió como "vientos templados y húmedos del suroeste en ambas Castillas, Extremadura y Andalucía con temporal persistente de lluvia".

Figura 1. Mapa de presión atmosférica en superficie previsto por el modelo HIRLAM (AEMET). La configuración de las isobaras permite deducir la presencia de vientos de cierta intensidad y de dirección suroeste sobre la provincia. 
En este caso, más que de un temporal, debemos hablar de un episodio de muy corta duración. La masa de aire muy húmedo y templado alcanza la provincia, dejando nubes bajas y lloviznas continuas o lluvias débiles en el litoral y la campiña. Al llegar a las primeras elevaciones montañosas se produce un efecto barrera y un "encajonamiento", que suponen una elevación y el consecuente enfriamiento de esa masa de aire. Entonces tiene lugar la condensación del vapor de agua, la formación de abundante nubosidad y la aparición de lluvias más persistentes y copiosas que en otros puntos de la región. 

El ascenso del aire húmedo forzado por la orografía ocurre en el entorno de Grazalema, en las alturas del Parque Natural de los Alcornocales y en las sierras que rodean Algeciras (sierra de Luna, por ejemplo), Tarifa y Los Barrios. Sin embargo, la particular configuración orográfica de la sierra de Grazalema hace que el efecto sea más notable en esa zona que en otras áreas montañosas de la provincia. Las sierras del Pinar y del Endrinal forman un embudo que se estrecha hacia el puerto del Boyar, por lo que el flujo húmedo entrante desde el oeste experimenta un ascenso y convergencia de manera simultanea hasta que alcanza el pueblo de Grazalema (Figura 2). En otros puntos de la comarca solo se produce un ascenso o una canalización (por ejemplo, en la manga de Villaluenga o en la ladera de barlovento sobre la que se ubica Benaocaz) y el forzamiento orográfico no es tan efectivo.

Figura 2. Captura del Mapa Topográfico Nacional (1:50000) del Instituto Geográfico Nacional a través del visor IBERPIX. El valle del Boyar se abre hacia el OSO y queda encajonado entre las sierras del Pinar y del Endrinal.
Podemos ilustrar esta situación con un mapa de precipitaciones acumuladas en las últimas 24 horas, elaborado a partir de datos actualizados por diferentes organismos públicos:

Los mayores acumulados se registraron en la estación automática de AEMET en Grazalema (109,3 mm), en diferentes puntos de la Sierra de Ubrique y en las elevaciones del Parque Natural de los Alcornocales.
García de Pedraza, L. 1978. Algo sobre nuestros vientos. Boletín de la Asociación Meteorológica Española, pp. 3-14, segundo semestre.