viernes, 10 de octubre de 2014

Entrevistamos a Mercedes Berrendero, responsable del Observatorio de Cádiz

El pasado mes de julio se cumplieron 40 años de la creación del Cuerpo de Observadores de Meteorología del Estado, integrado en la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), responsable de realizar las observaciones oficiales en nuestro país y registrar las condiciones meteorológicas para su uso en predicción y en climatología. Animados por el aniversario y el deseo de reconocer el trabajo que desempeña este Cuerpo, decidimos conocer y entrevistar a la actual responsable del Observatorio Meteorológico de Cádiz.

Mercedes Berrendero Álvarez (Madrid, 1959) regresó a la ciudad en 2008, 20 años después de dejar su puesto de técnico de señales marítimas en el faro del Castillo de San Sebastián. Desde su vivienda en el casco antiguo se desplazaba al faro para ejercer las funciones de mantenimiento y encender la sirena de niebla que tan bien recuerdan la mayoría de los gaditanos. De su estancia allí recuerda la tormenta que se produjo una Nochevieja y el movimiento de las ventanas con los temporales de viento.
En 1995 entró en el Centro Meteorológico de Las Palmas, en las Islas Canarias. En el año 1998 ocupó la plaza de observador aeronáutico en la Base de Morón de la Frontera (Sevilla) y después trabajó en el observatorio del aeropuerto de Sevilla. Finalmente volvió a Cádiz para realizar las observaciones meteorológicas en las instalaciones del edificio AUMAR, junto al acceso por el Puente José León de Carranza.

Pregunta. ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta ocupar la plaza de observador en Cádiz?

Respuesta. Yo nací en Madrid, aunque en Cádiz llevo mucho tiempo, desde el año 1988. Era técnico de señales marítimas, farera en el faro que está situado en el Castillo de San Sebastián hasta que, por la Ley de Puertos de 1992, se transfirieron a las Autoridades Portuarias y entonces, yo no suscribí el contrato, me quedé en la Administración Central y me “reciclé” en Meteorología con la correspondiente formación. Llegué por esta vía, desde el Cuerpo Técnico Mecánico de Señales Marítimas, aunque a observador se accede por oposición con el título de Bachiller o Técnico.

P. ¿Siempre hay algo de pasión o de afición en este desempeño?

R. Bueno, eso depende mucho de uno. Si lo haces sólo para ganarte el dinero igual acabas cayendo en la rutina. Yo siempre le encuentro la gracia y la ilusión, y la verdad es que me gusta lo que hago.

P. ¿Cómo es un día de trabajo en el Observatorio de Cádiz?

R. En principio estoy yo sola y este observatorio es climatológico, por lo que se hacen observaciones a las 7 y 13 horas Z (en horario de verano son dos horas más y en el de inverno, una más). Se toman los datos del jardín meteorológico correspondientes a temperatura, humedad, precipitación, la presión, la visibilidad, y otras informaciones que no proporcionan las máquinas, que obtienen los observadores. Esta información sirve para cotejar e incluso, a veces, sustituir los datos que facilita cada 10 minutos y durante las 24 horas del día la estación automática instalada, si esta produce errores. Realmente harían falta dos personas para cubrir todas las horas de observaciones en un observatorio climatológico y esto no es factible actualmente. Aquí siempre han estado dos personas y se han hecho las medidas de las 7 y 13 horas Z, porque San Fernando (Real Observatorio de la Armada) cubre muy bien los datos que faltan de Cádiz, es más histórico y en ese sentido Cádiz tiene un papel más secundario.


Mercedes revisa periódicamente los instrumentos meteorológicos
P. Actualmente existen 84 observatorios con personal propio de la AEMET y 812 estaciones automáticas en la red nacional, y parece que la automatización gana terreno en todos los ámbitos de la Agencia Estatal. ¿Seguirá siendo importante el trabajo del observador en los próximos años?

R. En determinados sitios sí. En los aeropuertos sí y en muchos observatorios también, porque se pueden perder datos que son importantes si no hay otros cercanos. Por ejemplo, aquí, con los datos de radiación, al estar yo sola, las bandas de sol no se cambian ni los sábados ni domingo y esos datos no se obtiene automáticamente por otro medio, de momento. Como está San Fernando, no supone un problema en principio, pero en los lugares en los que no haya una alternativa cercana, se pueden perder datos que no se obtienen de manera automática… la visibilidad, las nieblas, las nubes… Hay máquinas que te dan datos, pero no todo lo que un observador puede ofrecer.

P. ¿Corre peligro la plaza de observador en Cádiz?

R. En Cádiz creo que sí. Esperemos que no, las cosas cambian y a lo mejor puede que después de mí manden a alguien.

P. ¿Por motivos económicos principalmente?

R. Sí, por motivos económicos. Yo envío los datos y los cotejo todos los días, aquí se manda una hoja mensual, los lunes se hace mantenimiento del observatorio, por ejemplo, se limpian de polvo las cúpulas, y se garantiza la fiabilidad de los equipos. Si no estuviera, eso no se haría.

P. El Observatorio de Cádiz se estableció por primera vez en las Puertas de Tierra (junio de 1955) y entre 1976 y 1982 pasó al Instituto Hidrográfico de de la Marina. Después, hasta 1989, volvió a ubicarse sobre las murallas y en noviembre de ese mismo año pasó al edificio AUMAR, muy cerca de su emplazamiento actual. ¿Cómo afectan estos cambios a las mediciones?

R. Estos cambios suelen deberse a cuestiones ajenas a la Agencia Estatal. Por ejemplo, de Puertas de Tierra nos tuvimos que ir porque Patrimonio dijo que no podía haber aparatos en un edificio que es un monumento. Desconozco el motivo de la marcha del Instituto Hidrográfico, igual no debía cumplir muchos de los requisitos, y del edificio AUMAR, donde teníamos cedidos un despacho pequeño y la terraza, nos fuimos por obras, debido a que la Unidad de Carreteras de Cádiz decidió instalarse allí.
Se intentan evitar en la medida de lo posible y afectan principalmente a la presión, pues varía en función de la altura respecto del nivel del mar. De todas formas, siempre hay una presión que se toma referida a nivel del mar, aquí se toma la presión en la estación y su equivalente al nivel del mar y existe, por tanto, esta referencia. En cuanto al viento, se toma a 10 metros de altura y eso no supone un gran problema. Aquí puede variar también un poco la humedad y la temperatura por estar algo más cerca del mar, pero tampoco es significativo.

Jardín meteorológico del Observatorio de Cádiz, situado en el Puerto Deportivo Elcano
P. El nuevo observatorio situado en el Puerto Deportivo Elcano desde noviembre de 2009 es uno de los más modernos de la red nacional. ¿Cree que la ubicación que se ha buscado es adecuada?

R. A finales 2009 se comenzó a medir con una estación provisional la temperatura y las precipitaciones, dos variables básicas, aquí en el Puerto Deportivo Elcano. Lo cierto es que es la mejor ubicación que se podía encontrar en Cádiz. Los datos de los observatorios se deben tomar en unas condiciones comunes en todo el mundo, según dicta la Organización Meteorológica Mundial. Las condiciones geográficas para instalar un observatorio son muy críticas y en casi toda la ciudad no se cumplen, porque siempre hay árboles y edificios muy cerca. Elcano es de los pocos espacios que no tienen edificaciones importantes alrededor y las actividades náuticas no molestan, esto es lo más idóneo que se encontró.

P. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención en este período de observaciones?

R. En 2008 se dio una máxima histórica de precipitación y de viento en Cádiz con la tormenta del puente del Pilar. En la madrugada del 11 de octubre… ese día casi no se podía entrar en el edificio AUMAR, estaba de servicio y recuerdo que sucedió con levante. Hasta que los bomberos no retiraron agua de la entrada de la ciudad no pude acceder. El pluviómetro se había desbordado y pude medir la cantidad gracias al pluviógrafo y los datos de la estación automática. Se registraron 155 mm, con una intensidad máxima de 109,8 mm/h a las 03:20 horas y la racha máxima fue de 146 km/h, aunque el sensor de viento se estropeó y posiblemente pudo ser mayor.

P. Recientemente se observó una manga marina cruzando la bahía, un fenómeno de viento que no es extraordinario, aunque tampoco habitual. ¿Cómo se registran este tipo de fenómenos?

R. Es muy difícil. Nosotros tenemos muy difícil el poder verlos, tiene que suceder en el momento en el que estamos aquí. En el caso de los tornados, normalmente va al lugar el personal de la Delegación de Sevilla y analiza los daños, toma medidas y revisa los registros. Ahora, con el SINOBAS (Sistema de notificación de observaciones atmosféricas singulares) los usuarios pueden informar de algunos de estos fenómenos a través de internet.

P. Existe una gran afición a la observación meteorológica en la provincia, incluso existen espacios en internet como el de MeteoCádiz donde se comparte información. ¿Es posible venir a conocer la actividad que se realiza en el observatorio?

R. Sí, es posible individualmente. A veces se ha atendido a grupos de escolares, pero tiene que ser con cita previa a través de la Delegación de AEMET en Sevilla. Es algo que tenemos que planificar para enseñar el observatorio adecuadamente.

P. ¿Cuántas veces le han preguntado si va a llover un Jueves Santo?

R. Aquí todavía no. La verdad es que nosotros los observadores no tenemos como función hacer predicciones meteorológicas, AEMET tiene otros servicios que proporcionan esa información. Incluso alguna vez me ha llamado gente para calibrar el barómetro de su casa.

Agradecemos a Mercedes la atención que nos ha prestado y su predisposición a enseñarnos las instalaciones. También a Ángel Silva, de la Sección de Relaciones con Usuarios de la Delegación Territorial de la AEMET en Sevilla, por toda la información que nos ha facilitado en relación con el Observatorio de Cádiz.

martes, 7 de octubre de 2014

Septiembre fue muy húmedo

La lluvia regresó a la provincia el día 16 en forma de chaparrones tormentosos, por lo que su distribución tuvo un carácter muy irregular. Estas precipitaciones fueron abundantes en las zonas próximas a la Sierra de Grazalema, en puntos de la campiña de Arcos y de la comarca de La Janda.


Cortina de precipitación en la campiña arcense a mediados de septiembre. Autor: Sebastián Martín. 
En observatorio de Cádiz se registraron 61,0 mm en cuatro días de precipitación apreciable, es decir, casi el triple de la mediana calculada para el período de referencia 1981-2010. En el aeropuerto de Jerez, la cantidad total ascendió a 41,0 mm, un poco menos del doble del valor normal mensual.

Cumulonimbus, nube de tormenta al oeste de Cádiz. Autor: Pablo Soto Aragón (Facebook: Las Palabras de la Lluvia)
En la estación automática de AEMET ubicada en Grazalema se registraron 10 días de lluvia y un acumulado de 97,4 mm.

Lluvias en las inmediaciones de Grazalema el 25 de septiembre. Autor: Diego Tornay Naranjo.
El 23 de septiembre tuvo lugar un episodio de tormentas intensas en el municipio de Vejer de la Frontera, que dejó 23,6 mm en una hora y un total de 65,4 mm, El mes finalizó con un acumulado de 87,4 mm en esta localidad de La Janda.

Efectos de las intensas precipitaciones en Vejer de la Frontera (23 de septiembre). Autor: PSOE de Vejer (facebook)
A continuación se muestran otros valores destacados de septiembre:

Embalse de Bornos (CHG): 114,2 mm
Villamartín (Agroclimática): 88,8 mm
Prado del Rey (Meteoclimatic): 85,2 mm
El Bosque (AEMET): 64,2 mm
Embalse de Charco Redondo (Los Barrios): 68,3 mm
San Fernando (Real Observatorio de la Armada): 55,0 mm

Precipitación mensual acumulada en el mes de septiembre. Fuente: REDIAM (CMAyOT)

Otros fenómenos

En septiembre predominaron los vientos de componente oeste y tan solo se registraron seis días con vientos de componente este en Cádiz. La racha máxima en el observatorio de la ciudad fue de 60,8 km/h (día 30) y en el aeropuerto de Jerez fue de 59 km/h (día 16).

En el aeródromo jerezano se anotaron 3 días de tormenta, 2 en el observatorio de Rota y 1 día en el de Cádiz.

Tormenta en el interior de la provincia observada desde Cádiz.

Cielo nocturno iluminado por los rayos. Tormenta sobre la costa de La Janda, desde Cádiz.