miércoles, 5 de febrero de 2020

La nieve en Cádiz (1800-2019)

La nieve es un meteoro que consiste en la precipitación de cristales de hielo, individuales o aglomerados, desde una nube. Estos cristalitos de hielo de simetría hexagonal pueden presentar una gran variedad de tamaños y formas según las condiciones de temperatura y humedad bajo las cuales se desarrollan. Cuando la temperatura del aire no desciende muy por debajo de los 0 ºC tienden a soldarse durante su caída, formando los "copos" de nieve, que pueden alcanzar la superficie incluso con temperaturas positivas cerca del suelo. Las precipitaciones en forma de nieve son conocidas en las inmediaciones de Grazalema, donde suele registrarse una nevada por año, habitualmente entre los meses de enero y marzo. En el resto de la provincia es rarísimo que se produzcan nevadas, aunque no se puede decir que sea un hidrometeoro desconocido. Existen pruebas de la aparición de la nieve en la bahía de Cádiz, Costa Noroeste, la Janda, Campo de Gibraltar y en las campiñas de Arcos y de Jerez en distintos episodios a lo largo de los últimos 200 años.

En esta entrada del blog se presentan algunas fechas en las que se pudieron observar y registrar precipitaciones en forma de nieve en la ciudad de Cádiz desde 1800 hasta el momento actual. Para obtenerlas se han consultado diversas fuentes, principalmente prensa histórica, boletines climatológicos, resúmenes de observaciones meteorológicas y estudios médicos que incluyen observaciones de variables meteorológicas. Es probable que no estén recogidos todos los episodios ocurridos en la ciudad durante ese período de tiempo y que una investigación más exhaustiva permita descubrir alguno nuevo o ampliar la información sobre los que se conocen.

4 y 14 de marzo de 1803

La ciudad de Cádiz y sus alrededores sufrieron un terrible brote epidémico de fiebre amarilla en el verano de 1800 y algunos años más tarde, en 1806, Juan Manuel de Aréjula publicó la "Breve descripción de la fiebre amarilla padecida en Cádiz y pueblos comarcanos en 1800, en Medinasidonia en 1801, en Málaga en 1803, y en esta misma plaza y otras del reino en 1804". En esta obra se incluye un amplio capítulo de observaciones meteorológicas efectuadas en Cádiz entre 1799 y 1803 que ha sido analizado por Rodrigo (2012) como fuente para completar los antiguos registros meteorológicos instrumentales de Cádiz. Las observaciones de Aréjula reflejan un mes de marzo con una primera quincena fría, predominando los vientos de componente norte. El viernes 4 fue un día con una atmósfera "limpia" al amanecer, con "mucha nube y celagería" al mediodía y con un tiempo "algo desabrido", soplando viento del noroeste. En la observación de las 9 de la noche anotó viento del noroeste "frescachón", más fuerte que durante el resto de la jornada, e incluyó la siguiente información sobre el estado de la atmósfera y el ambiente:

"Limpia (nevó entre 3 y 4 de la tarde). Destemplado y frío".

En los días previos y en el día posterior no se registraron precipitaciones, predominando la atmósfera "limpia" y "clara", con "algunos celages" y pocas nubes. En la vecina Isla de León (San Fernando), Gaspar de Molina y Zaldívar, Marqués de Ureña, anotó "agua nieve a las 3 1/2" junto a la observación de las 3 de la tarde. El estado de la atmósfera lo describió como "claro celagería" por la mañana y "toldado" en la observación de las 3 horas, con viento norte "fresco" durante la tarde y noche. En la última observación del día, a las 8 y media, el estado de la atmósfera reflejado fue "claro y alguna celagería". En cuanto a la presión atmosférica, tanto en las observaciones de Aréjula como en las del Marqués de Ureña se aprecia un descenso en la columna de mercurio desde el día 1 hasta aproximadamente el mediodía del 4 de marzo y un ascenso posterior.

Los días siguientes trascurrieron con algunas lluvias y un tiempo "fresco" o "algo fresco". Según las observaciones de Aréjula, el viento giró a noreste después de estas precipitaciones y la atmósfera quedó "clara" ya durante la noche del 11 de marzo. El tiempo cambió a "destemplado y frío" a partir del día 12 y la temperatura fue descendiendo progresivamente hasta la mañana del 15 de marzo. En la Isla, el Marqués de Ureña anotó "hielo en la noche y madrugada" los días 12 y 13. En la siguiente imagen se muestra un fragmento del Diario Mercantil de Cádiz con las observaciones meteorológicas del 13 de marzo, de procedencia desconocida. El observador anónimo registró vientos de noreste y norte y temperaturas bajas durante toda la jornada, sobre todo por la noche.

Observaciones meteorológicas publicadas en el Diario Mercantil de Cádiz (15 de marzo de 1803). Los vigías de la Torre Tavira y observadores anónimos, probablemente comerciantes vinculados con el transporte marítimo de mercancías, anotaban en sus registros la temperatura (en grados Réaumur o, como en este caso, en grados Fahrenheit), la presión atmosférica (la altura de la columna de mercurio en pulgadas y líneas francesas o inglesas), la dirección y fuerza del viento, así como el estado del cielo y la ocurrencia de diferentes meteoros.
El 14 de marzo amaneció en Cádiz con la atmósfera "nublada como de nieve" y con "mucho frío", soplando noreste "galeno" o bonancible (su equivalente Beaufort, EB = 4, según el diccionario CLIWOC). La observación del mediodía realizada por Aréjula recoge lo siguiente:

"Cae nieve y granizo toda la mañana".

El cielo quedó limpio por la tarde, con un ambiente "fresco" o "algo fresco" y con viento de levante. En San Fernando, las observaciones del Marqués de Ureña reflejaron la presencia de nieve y granizo a las 9 de la mañana, así como la aparición de hielo durante la madrugada del 14 al 15 de marzo.

El invierno y el comienzo de la primavera de 1803 fueron más fríos de lo normal y el número de días de lluvia también resultó superior a los valores medios actuales, tomando como referencia el período 1961-1990 (Rodrigo, 2012).

12 de enero de 1820

Pocos días después del pronunciamiento militar de Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), en los inicios de la revolución liberal de 1820, se volvió a ver la nieve en la capital gaditana. Así lo recogió el Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz, revista médica de gran prestigio dirigida por Francisco Javier Laso de la Vega y Orcajada:

"Ha causado una alteración notable en la constitución médica de estos contornos durante la estación del invierno el meteoro acuoso (nieve), que se observó en este pueblo el 12 de Enero del presente año. Duró dos horas, de ocho a diez de la mañana; y aunque parece no debe llamar la atención un fenómeno tan común en otros países, con todo en este es bastante raro, pues en el presente siglo solo se ha observado en el año de 1803, aunque no tan abundante y marcado como en el actual".
El Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz incluye unas tablas con las observaciones meteorológicas diarias (temperatura, presión atmosférica, dirección del viento y variaciones de la atmósfera). En ellas se puede apreciar que los primeros días del mes de enero fueron muy lluviosos, aunque no se produjeron precipitaciones durante los dos días previos ni en los posteriores al de la nevada. También se puede comprobar que los vientos durante la jornada del 12 de enero soplaron de norte y noreste. Antonio Alcalá Galiano hace referencia a estos molestos vientos en el capítulo 34 del primer tomo de sus memorias, publicadas por su hijo en 1886. El temporal le impidió marcharse por barco desde Cádiz hacia el otro extremo de la bahía para unirse a las tropas de Riego:

"Al fin, no me acuerdo bien si en la noche del 10 ó del 11 de Enero, encontré el modo de llevar á efecto mi propuesta fuga. Vínoseme á decir que un capitán de buque mercante francés, surto en la bahía, estaba pronto á sacarme de Cádiz y depositarme en la opuesta costa, siendo él masón celoso, aunque no de la masonería española, y acérrimo liberal, y deseando favorecerme como hermano. Llegó la noche en la que había de efectuarse nuestra salida. Pero sopló en ella el viento del Norte furioso, estrellando las olas en el muelle como suele, con gravísimo peligro de las embarcaciones menores. Envióme, pues, á decir el capitán que estaba pronto á cumplir su palabra, pero que veía casi seguro ahogarnos si emprendíamos el viaje aquella noche. La perspectiva era poco lisonjera, y preferí esperar a otro día..."

Alcalá Galiano pudo cumplir su deseo de abandonar Cádiz "discretamente" por barco hacia Puerto Real con la ayuda de la nieve caída durante la mañana del 12 de enero. La nevada causó una gran sorpresa en la ciudad, según cuenta en sus memorias:

"Amaneció el día siguiente cayendo nieve en espesísimos copos. No habían visto tal cosa en Cádiz los nacidos, y era general la sorpresa. En esto entró el capitán y me dijo que creía propicia la hora para embarcarnos, pues el riesgo de atravesar las calles de Cádiz de día, era corto, mientras mirando todos al cielo atendían poco a la tierra (...) Había andado algún trecho, cuando comenzó de nuevo a nevar y con mucha fuerza, repitiéndose así el fenómeno de la mañana; y fenómeno le llamo, por serlo en aquel clima, pues habiendo yo nacido y vivido en él largos años, sólo esta vez he visto caer en abundancia y seguida la nieve. Yendo yo en cuerpo con mi chaqueta, me calé todo; pero el ejercicio me impedía sentir el frío". 

Otra fuente que confirma esta nevada de enero de 1820 son las valiosas observaciones particulares hechas en Cádiz por los hermanos Urrutia entre 1820 y 1882 (la mayor parte de la colección se puede consultar libremente en el repositorio Arcimís de AEMET). Tomás Jesús de Urrutia escribió al final del resumen de las observaciones de 1820 la siguiente anotación:

"Nevó bien en 12 de Enero de este año desde las 8 1/2 hasta las 10 3/4 de la mañana, habiendo señalado el termómetro al aire libre un grado sobre cero por la escala de Reaumur".

1,3 ºC fue la temperatura observada durante la que, probablemente, fue la nevada más importante de todas las que han tenido lugar en el período que se analiza en esta entrada del blog. Desgraciadamente, no se conoce la ubicación donde los hermanos Urrutia realizaron sus observaciones en Cádiz durante 60 años ni tampoco se tiene información exacta sobre la instrumentación que emplearon.

4 de febrero de 1827

La palabra "nieve" vuelve a aparecer en los registros de los hermanos Urrutia en febrero de 1827, un mes que comenzó nuboso y lluvioso. El viento sopló de dirección SSO durante el día 2 y giró a norte el día 3, con una temperatura bastante estable. El domingo 4 de febrero se produjo un brusco descenso térmico. El termómetro marcó 2 grados Réaumur (2,5 ºC) al amanecer, 3 1/3 grados Réaumur (4,1 ºC) al mediodía y, de nuevo, 3 grados en el ocaso. El viento norte "fresco" (equivalente Beaufort EB = 6, según el diccionario CLIWOC) se mantuvo durante toda la jornada. En la observación del mediodía y en la correspondiente al ocaso se anotó lo siguiente:

"Nda. Granizo y copos de nieve (ha llov poco)"
(se puede entender como "atmósfera nublada", con granizo y copos de nieve durante la observación y poca lluvia antes de la observación).

Se puede confirmar la caída de copos de nieve en la capital gaditana en este día 4 de febrero de 1827 con la información de los Partes Oficiales de la Vigía de Cádiz recogida en El clima de Cádiz en la primera mitad del siglo XIX según los partes de la Vigía (2008) de Ricardo García Herrera. También se hace referencia a la precipitación de copos de nieve en el Manual del Viajero en Cádiz (1859) del gaditano Adolfo de Castro:

"Desde el 12 de Enero de 1820 no nieva; en 4 de Febrero de 1827 cayeron algunos copos de nieve; en varios inviernos ha habido hielo por la madrugada".

El viento giró a sur durante la mañana del día 5 de febrero, con una subida notable de las temperaturas, nubes y algunas lluvias, según las observaciones de Tomás Jesús y de Ignacio de Urrutia.

14 de diciembre de 1835, 6 de diciembre de 1870 y 9 de febrero de 1873

Antes de abandonar el siglo XIX y el final de la Pequeña Edad de Hielo en la Península Ibérica se debe mencionar la posible nevada del 14 de diciembre de 1835. En la obra editada por Ricardo García Herrera, que cubre el período comprendido entre 1806 y 1852, se incluye como un día de nieve registrado en los partes de la Vigía de Cádiz junto con el 4 de febrero de 1827. Sin embargo, no hay anotaciones sobre la aparición de nieve entre las observaciones de los hermanos Urrutia. De acuerdo con estas últimas, el día 14 aumentó la nubosidad durante la mañana y el viento fue girando de noreste a levante, con un poco de lluvia en la segunda mitad de la jornada. La temperatura fue fría durante la mañana, con poco menos de 5 ºC al amanecer y subió a partir del mediodía. El 15 de diciembre anotaron la caída de granizo en la observación correspondiente al ocaso, pero no hay información sobre la aparición de la nieve. Tampoco se han encontrado noticias en prensa que mencionen la presencia de este hidrometeoro en la capital gaditana y sus inmediaciones.

Otra posible aparición de la nieve tuvo lugar el día 6 de diciembre de 1870. Casi un mes después del fallecimiento de Tomás Jesús de Urrutia, su hermano Luis anotó en el renglón correspondiente a la observación del mediodía lo siguiente:

"Nubes. Copos de nieve entre 7 y 8 de la mn."
(no se distingue con claridad el final de la anotación).

La temperatura descendió el día 5 con la entrada de viento del noreste, aunque en esta jornada no se produjeron precipitaciones y el cielo solo presentó algunos "celages". A las 7 de la mañana del día 6, el termómetro colocado al aire libre, en sombra, registró 2 1/2 grados Réaumur (3,1 ºC) y se observó viento del NNE "fresco". Al mediodía, la temperatura ya había subido hasta los 7 grados Réaumur, con viento de NNO, y la nubosidad reinante se mantuvo hasta la mañana siguiente. Probablemente se trató de un episodio muy local, muy breve y de muy poca intensidad. No se ha encontrado información sobre la nieve en prensa histórica ni en las observaciones meteorológicas del cercano Observatorio de la Armada (San Fernando), donde se registró una temperatura mínima de 2,4 ºC el día 6.

Pocos días antes de la proclamación de la Primera República Española, concretamente el 9 de febrero de 1873, Luis de Urrutia volvió a registrar la aparición de copos de nieve en la ciudad de Cádiz. El episodio fue breve (entre las 7 y media y las 8 de la mañana) y dio paso a unos días muy fríos durante la segunda semana de aquel mes. Las observaciones muestran el predominio de los vientos de noreste y una temperatura a las 7 de la mañana de 4 1/2 grados Réaumur (5,6 ºC). También se anotaron lluvias en esa jornada. Posteriormente se despejó el cielo y se dieron varios días con temperaturas muy bajas al amanecer, rondando los 2 ºC. Ni en el Observatorio de la Armada ni en el faro de Tarifa se registraron nevadas, aunque sí se midieron temperaturas bajas. En la Isla de León el termómetro bajó hasta los 2,9 ºC el día 10 y el 15 de febrero se registró una mínima de 1,3 ºC. Probablemente esta nevada fue un fenómeno muy local.

9 de febrero de 1935

La nieve volvió a caer sobre la ciudad el 9 de febrero de 1935, durante la Segunda República. Sobre este breve episodio, que también se vivió en la vecina localidad de San Fernando y en otros puntos de Andalucía, se ha dedicado una entrada en este blog. Se trata de la única nevada que se ha podido fotografiar en la ciudad de Cádiz, gracias al famoso fotógrafo sevillano "Dubois". Probablemente debió pegarse una carrera desde su estudio en la calle Montañés hasta la próxima de Columela para capturar ese breve momento con su cámara.

Foto de Eduardo Rodríguez Cabezas, Dubois, en la portada de Diario de Cádiz (edición de la tarde del 9 de febrero) con el detalle de los copos de nieve cayendo sobre la calle Columela, en el casco antiguo de la capital gaditana.

2 de febrero de 1954

La última vez que los gaditanos de la capital pudieron ver la nieve fue en febrero de 1954. Se trató de un episodio muy breve y tan solo se observaron algunos copos en puntos localizados de la ciudad. No fue así en otras poblaciones de la provincia, por ejemplo en Jerez de la Frontera, Villamartín, Bornos, Arcos de la Frontera o Jimena de la Frontera, donde amaneció el miércoles 3 de febrero con un manto blanco cubriendo las calles y los tejados.

Mapa de temperatura en el nivel de 850 hPa (coloreado) y de presión atmosférica reducida al nivel del mar (líneas blancas) de las 18 UTC del 2 de febrero de 1954. La Península se encuentra bajo la influencia de una masa de aire frío procedente del interior del continente europeo mientras que una borrasca atlántica no muy profunda progresa desde las proximidades de la costa portuguesa hacia el Estrecho de Gibraltar, con precipitaciones en el oeste de Andalucía. Datos del reanálisis ERA-20C del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF). Mapas disponibles en Wetterzentrale.de.
Diario de Cádiz explicó detalladamente el episodio vivido en la ciudad en su edición del 3 de febrero:

"En nuestra ciudad, como es sabido, ha descendido la temperatura al igual que en toda la Península, desde hace dos días. 
Ayer amaneció algo cubierto, pero poco después de mediodía despejó por completo y lució el sol durante varias horas, haciendo más soportable el tiempo. 
A las doce marcaba el termómetro nueve grados; y a partir de las tres y media de la tarde, volvió el cielo a cubrirse, presagiando la lluvia, marcando entonces el termómetro ocho y medio grados y alrededor de las seis quedaba en ocho grados. 
Aproximadamente a las siete y media comenzó a caer una ligera llovizna, fina y fría, cual de nieve se tratase, convirtiéndose en lluvia una hora más tarde, en tanto que iba descendiendo la temperatura, que a las nueve menos cuarto era de cinco grados. 
A esa hora comenzaron a caer copos de nieve, aunque no de mucha intensidad, que al caer al suelo se disolvían. Este fenómeno duró aproximadamente media hora y constituyó un acontecimiento, siendo numerosísimas las personas que lo presenciaron tanto en las calles como desde los balcones y cierros, ya que puede decirse que es una cosa insólita en Cádiz. 
A partir de las nueve y cuarto, la nieve se convirtió en lluvia, que descargó con mucha fuerza, manteniéndose así hasta cerca de las doce, en que aminoró, cesando una hora más tarde, en que el viento frío y muy molesto, contuvo las nubes, manteniéndose así durante la madrugada".

¿Existirá alguna foto? En Diario de Cádiz, en una nota publicada bajo el seudónimo de Gerión, se plantearon la misma duda:

"Lo que nos ha faltado es decir, creo yo que nos ha faltadoha sido el fotógrafo del suceso nevado de nuestra ciudad. Es una pena; porque la Plaza de Mina, bajo las luces de las farolas presentaba un interesante "plano". Y la Alameda tuvo un bello momento en la caricia alba de la nieve. Y la calle Ancha, mostraba la coquetería de "la luz del día" de sus focos, bañados de las heladas pelusas.
Nos faltó el fotógrafo. ¡Quién sabe! A lo mejor hay una foto inédita por ahí que haya fijado el acontecimiento de este invierno sorprendente".

Desde entonces no ha vuelto a nevar en Cádiz.

Fuentes consultadas:

- Alcalá Galiano, A. 1886. Memorias de D. Antonio Alcalá Galiano / publicadas por su hijo, Madrid, Tomo I, 513-514. Biblioteca Virtual de Andalucía (http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es).
- Aréjula, J.M. 1806. Breve descripción de la fiebre amarilla padecida en Cádiz y pueblos comarcanos en 1800, en Medinasidonia en 1801, en Málaga en 1803 y en esta misma plaza y en otras varias del reyno en 1804. Biblioteca Virtual de Andalucía (http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es).
- Castro, A. 1859. Manual del Viajero en Cádiz. Imprenta de la Revista Médica, Cádiz. Biblioteca Virtual de Andalucía (http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es).
- Diario de Cádiz (ejemplares de febrero de 1954 consultados en la hemeroteca de la Biblioteca Provincial de Cádiz). 
- Diario Mercantil de Cádiz. 1802–1830. Biblioteca Virtual de Andalucía y Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es y http://prensahistorica.mcu.es).
- García Herrera, R. (ed.) 2008. El clima de Cádiz en la primera mitad del siglo XIX según los partes de la Vigía. Servicio de Publicaciones de la Fundación Unicaja, Málaga.
- Molina, G. (Marqués de Ureña). 1803. Observaciones meteorológicas hechas en la isla de León en 1803 por el Señor marqués de Ureña en Anales de Ciencias Naturales. Imprenta Real, Madrid. Tomo VI, nº 17, junio de 1803, 224-244. (Obtenido de http://simurg.bibliotecas.csic.es/viewer/image/CSIC000102881_V17/69/). 
- Observaciones meteorológicas hechas en Cádiz por los hermanos Urrutia. Biblioteca de la Agencia Estatal de Meteorología, Madrid (se han consultado varios manuscritos que se encuentran disponibles en el repositorio Arcimís, https://repositorio.aemet.es/handle/20.500.11765/617).
- Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. 1820. Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España (http://hemerotecadigital.bne.es).
- Resumen de las observaciones meteorológicas efectuadas en la península desde 1865. Biblioteca de la Agencia Estatal de Meteorología (colección disponible en el repositorio Arcimís, https://repositorio.aemet.es/handle/20.500.11765/10863). 
- Rodrigo, F.S. 2012. Completing the early instrumental weather record from Cádiz (southern Spain): new data from 1799 to 1803. Climatic Change, 111, 697–704. https://doi.org/10.1007/s10584-011-0174-x.