El pasado mes de julio se cumplieron 40 años de la
creación del Cuerpo de Observadores de Meteorología del Estado, integrado en la
Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), responsable de realizar las
observaciones oficiales en nuestro país y registrar las condiciones meteorológicas para su uso en predicción y en climatología.
Animados por el aniversario y el deseo de reconocer el trabajo que desempeña
este Cuerpo, decidimos conocer y entrevistar a la actual responsable del Observatorio
Meteorológico de Cádiz.
Mercedes Berrendero Álvarez (Madrid, 1959) regresó
a la ciudad en 2008, 20 años después de dejar su puesto de técnico de señales marítimas en el faro del Castillo
de San Sebastián. Desde su
vivienda en el casco antiguo se desplazaba al faro para ejercer las funciones
de mantenimiento y encender la sirena de niebla que tan bien recuerdan la
mayoría de los gaditanos. De su estancia allí recuerda la tormenta que se
produjo una Nochevieja y el movimiento de las ventanas con los temporales de
viento.
En 1995 entró en el Centro Meteorológico de Las
Palmas, en las Islas Canarias. En el año 1998 ocupó la plaza de observador
aeronáutico en la Base de Morón de la Frontera (Sevilla) y después trabajó en
el observatorio del aeropuerto de Sevilla. Finalmente volvió a Cádiz para
realizar las observaciones meteorológicas en las instalaciones del edificio
AUMAR, junto al acceso por el Puente José León de Carranza.
Pregunta. ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta ocupar la plaza de observador en Cádiz?
Respuesta. Yo nací en Madrid, aunque en Cádiz llevo mucho tiempo, desde el año 1988. Era técnico de señales marítimas, farera en el faro que está situado en el Castillo de San Sebastián hasta que, por la Ley de Puertos de 1992, se transfirieron a las Autoridades Portuarias y entonces, yo no suscribí el contrato, me quedé en la Administración Central y me “reciclé” en Meteorología con la correspondiente formación. Llegué por esta vía, desde el Cuerpo Técnico Mecánico de Señales Marítimas, aunque a observador se accede por oposición con el título de Bachiller o Técnico.
R. Bueno, eso depende mucho de uno. Si lo haces sólo para
ganarte el dinero igual acabas cayendo en la rutina. Yo siempre le encuentro la
gracia y la ilusión, y la verdad es que me gusta lo que hago.
P. ¿Cómo es un día de trabajo en el Observatorio de Cádiz?
R. En principio estoy yo sola y este observatorio es climatológico, por lo que se hacen observaciones a las 7 y 13 horas Z (en horario de verano son dos horas más y en el de inverno, una más). Se toman los datos del jardín meteorológico correspondientes a temperatura, humedad, precipitación, la presión, la visibilidad, y otras informaciones que no proporcionan las máquinas, que obtienen los observadores. Esta información sirve para cotejar e incluso, a veces, sustituir los datos que facilita cada 10 minutos y durante las 24 horas del día la estación automática instalada, si esta produce errores. Realmente harían falta dos personas para cubrir todas las horas de observaciones en un observatorio climatológico y esto no es factible actualmente. Aquí siempre han estado dos personas y se han hecho las medidas de las 7 y 13 horas Z, porque San Fernando (Real Observatorio de la Armada) cubre muy bien los datos que faltan de Cádiz, es más histórico y en ese sentido Cádiz tiene un papel más secundario.
Mercedes revisa periódicamente los instrumentos meteorológicos |
R. En determinados sitios sí. En los aeropuertos sí y en muchos observatorios también, porque se pueden perder datos que son importantes si no hay otros cercanos. Por ejemplo, aquí, con los datos de radiación, al estar yo sola, las bandas de sol no se cambian ni los sábados ni domingo y esos datos no se obtiene automáticamente por otro medio, de momento. Como está San Fernando, no supone un problema en principio, pero en los lugares en los que no haya una alternativa cercana, se pueden perder datos que no se obtienen de manera automática… la visibilidad, las nieblas, las nubes… Hay máquinas que te dan datos, pero no todo lo que un observador puede ofrecer.
P. ¿Corre peligro la plaza de observador en Cádiz?
R. En Cádiz creo que sí. Esperemos que no, las cosas cambian y a lo mejor puede que después de mí manden a alguien.
P. ¿Por motivos económicos principalmente?
R. Sí, por motivos económicos. Yo envío los datos y los cotejo todos los días, aquí se manda una hoja mensual, los lunes se hace mantenimiento del observatorio, por ejemplo, se limpian de polvo las cúpulas, y se garantiza la fiabilidad de los equipos. Si no estuviera, eso no se haría.
P. El Observatorio de Cádiz se estableció por primera vez en las
Puertas de Tierra (junio de 1955) y entre 1976 y 1982 pasó al Instituto
Hidrográfico de de la Marina. Después, hasta 1989, volvió a ubicarse sobre las
murallas y en noviembre de ese mismo año pasó al edificio AUMAR, muy cerca de
su emplazamiento actual. ¿Cómo afectan estos cambios a las mediciones?
R. Estos
cambios suelen deberse a cuestiones ajenas a la Agencia Estatal. Por ejemplo,
de Puertas de Tierra nos tuvimos que ir porque Patrimonio dijo que no podía
haber aparatos en un edificio que es un monumento. Desconozco el motivo de la
marcha del Instituto Hidrográfico, igual no debía cumplir muchos de los
requisitos, y del edificio AUMAR, donde teníamos cedidos un despacho pequeño y
la terraza, nos fuimos por obras, debido a que la Unidad de Carreteras de Cádiz
decidió instalarse allí.
Se intentan evitar en la medida de lo posible y
afectan principalmente a la presión, pues varía en función de la altura
respecto del nivel del mar. De todas formas, siempre hay una presión que se
toma referida a nivel del mar, aquí se toma la presión en la estación y su
equivalente al nivel del mar y existe, por tanto, esta referencia. En cuanto al
viento, se toma a 10 metros de altura y eso no supone un gran problema. Aquí
puede variar también un poco la humedad y la temperatura por estar algo más
cerca del mar, pero tampoco es significativo.
Jardín meteorológico del Observatorio de Cádiz, situado en el Puerto Deportivo Elcano |
R. A finales 2009 se comenzó a medir con una estación
provisional la temperatura y las precipitaciones, dos variables básicas, aquí
en el Puerto Deportivo Elcano. Lo cierto es que es la mejor ubicación que se
podía encontrar en Cádiz. Los datos de los observatorios se deben tomar en unas
condiciones comunes en todo el mundo, según dicta la Organización Meteorológica
Mundial. Las condiciones geográficas para instalar un observatorio son muy
críticas y en casi toda la ciudad no se cumplen, porque siempre hay árboles y
edificios muy cerca. Elcano es de los pocos espacios que no tienen
edificaciones importantes alrededor y las actividades náuticas no molestan,
esto es lo más idóneo que se encontró.
P. ¿Qué es lo que más le ha
llamado la atención en este período de observaciones?
R. En 2008 se dio una máxima histórica de precipitación y
de viento en Cádiz con la tormenta del puente del Pilar. En la madrugada del 11
de octubre… ese día casi no se podía entrar en el edificio AUMAR, estaba de
servicio y recuerdo que sucedió con levante. Hasta que los bomberos no
retiraron agua de la entrada de la ciudad no pude acceder. El pluviómetro se
había desbordado y pude medir la cantidad gracias al pluviógrafo y los datos de
la estación automática. Se registraron 155 mm, con una intensidad máxima de
109,8 mm/h a las 03:20 horas y la racha máxima fue de 146 km/h, aunque el
sensor de viento se estropeó y posiblemente pudo ser mayor.
P.
Recientemente se observó una manga marina cruzando la bahía, un fenómeno de viento que no
es extraordinario, aunque tampoco habitual. ¿Cómo se registran este tipo de
fenómenos?
R. Es
muy difícil. Nosotros tenemos muy difícil el poder verlos, tiene que suceder en
el momento en el que estamos aquí. En el caso de los tornados, normalmente va
al lugar el personal de la Delegación de Sevilla y analiza los daños, toma
medidas y revisa los registros. Ahora, con el SINOBAS (Sistema de notificación
de observaciones atmosféricas singulares) los usuarios pueden informar de
algunos de estos fenómenos a través de internet.
P. Existe
una gran afición a la observación meteorológica en la provincia, incluso
existen espacios en internet como el de MeteoCádiz donde se comparte
información. ¿Es posible venir a conocer la actividad que se realiza en el
observatorio?
R. Sí,
es posible individualmente. A veces se ha atendido a grupos de escolares, pero
tiene que ser con cita previa a través de la Delegación de AEMET en Sevilla.
Es algo que tenemos que planificar para enseñar el observatorio adecuadamente.
P. ¿Cuántas
veces le han preguntado si va a llover un Jueves Santo?
R. Aquí
todavía no. La verdad es que nosotros los observadores no tenemos como función
hacer predicciones meteorológicas, AEMET tiene otros servicios que
proporcionan esa información. Incluso alguna vez me ha llamado gente para
calibrar el barómetro de su casa.
Agradecemos
a Mercedes la atención que nos ha prestado y su predisposición a enseñarnos las
instalaciones. También a Ángel Silva, de la Sección de Relaciones con Usuarios
de la Delegación Territorial de la AEMET en Sevilla, por toda la información
que nos ha facilitado en relación con el Observatorio de Cádiz.